¡Al bosque!

¿Buscas un lugar para sacarlo todo, desconectar y regenerar? Si es así, vete ya al bosque, donde la bella naturaleza te ofrece esto y mucho más. Numerosos estudios demuestran que pasar ratos largos en el bosque tiene un efecto positivo en nuestra salud. Porque el bosque es toda una experiencia para los sentidos, precisamente ahora en primavera. Se oye el canto de los pájaros, una suave brisa mece las ramas, los árboles se mueven suavemente al ritmo del viento y el verde frondoso alegra la vista.

¿Quemaduras del sol? No gracias. La prioridad número uno para todos a quienes les gusta practicar deporte al aire libre es un buen protector solar. El FRESH sunscreen protege tu piel en todas las actividades al aire libre. Su fórmula resistente al agua y libre de nanopartículas con factor 20 apuesta por filtros solares minerales naturales.

¿Qué ventajas aportan el ejercicio y el entreno en plena naturaleza frente al gimnasio?

#1 Gracias al terreno irregular, la musculatura se ejercita más y en zonas más diversificadas.

#2 El suelo del bosque cambiante supone un buen entreno para el equilibrio y mejora la motricidad y la coordinación.

#3 El terreno desconocido e irregular nos convierte en aventureros y hace que probemos nuevos movimientos, ya sea de forma consciente o inconsciente.

#4 Gracias al entorno variado que nos rodea, optimizamos y agudizamos nuestra percepción.

#5 La belleza de la naturaleza y los sonidos que percibimos al aire libre nos distraen del esfuerzo físico.

#6 Frío, calor, viento: las influencias externas pueden resultar desagradables, pero al exponernos al sol y las inclemencias del tiempo, fortalecemos nuestras defensas.

#7 El aire fresco del bosque sienta bien. Estimula el aporte energético de las células y mejora el metabolismo.

Funciona siempre:

Los clásicos para entrenar al aire libre son correr, ciclismo y excursionismo. No requieren mucho equipamiento salvo un buen calzado. Si te encanta montar en bicicleta, necesitarás una, pero también podrás pedirla prestada. Numerosos recorridos para correr, hacer ciclismo y excursionismo nos invitan a explorar prados, bosques y montañas de forma deportiva.

¿No tienes ganas de practicar ninguna de las tres modalidades clásicas de exterior?

Tampoco hay problema: nuestro circuito de entrenamiento en bosques es quizá lo que buscas. Existe un montón de ejercicios que puedes realizar prescindiendo totalmente de aparatos. Son ideales para entrenar en el bosque. Hemos recogido algunos para ti. Pero antes de nada, una definición:

El circuito de entrenamiento consiste en una serie de ejercicios, cada uno de los cuales se realiza durante un período corto empleando toda la potencia física. ??

En pocas palabras: haz tantas repeticiones como puedas en poco tiempo. Básicamente, un intervalo tarda de 15 a 60 segundos, antes de pasar al siguiente ejercicio. Antes de realizar tu circuito de entrenamiento en el bosque, recomendamos que comiences con un pequeño calentamiento para preparar tus músculos, tendones y ligamentos para el entreno. Una vez lo hayas hecho, puedes empezar. El único utensilio que necesitarás es un tronco grande o un banco.

1) Saltos de tijera. La posición de partida de los saltos de tijera –también conocidos como jumping jacks– es recta, con los pies juntos y los brazos pegados a los costados del cuerpo. A partir de esa posición, separa las piernas dando un salto, hasta que los pies queden más abiertos que los hombros, mientras levantas y estiras lateralmente los brazos. A continuación, vuelve a la posición inicial dando otro salto. Lo importante es que las rodillas se mantengan rectas mientras saltas.

2) Sentadillas. Colócate recto, con los pies separados de modo que queden bajo los hombros. Tu peso estará asentado sobre los talones (si consigues mover los dedos de los pies en esta posición, estarás colocado correctamente). Tus pies y tus rodillas apuntan hacia la misma dirección. Estira tus manos mirando hacia delante y ponte de cuclillas, estirando el trasero hacia atrás. El objetivo es bajarte lo máximo posible. A continuación, impúlsate hacia arriba haciendo fuerza con los talones, prestando atención a tensar el músculo extensor de la columna.

3) Fondos en paralelas. Colocándote boca arriba, apóyate con ambas manos en el tronco y estira las piernas hacia delante. Levanta la pelvis, hasta que tu torso y tus piernas formen una línea recta. Dobla ahora tus brazos y baja el trasero hacia el suelo sin llegar a tocarlo, manteniendo las piernas estiradas. Vuelve luego a la posición inicial.

4) Levantar rodillas. Haz movimientos de carrera sin desplazarte, levantando las rodillas tanto como puedas.

5) Flexión de rodillas. Colócate recto y da un paso largo hacia atrás con una pierna. Flexiona la pierna delantera y baja la rodilla trasera hacia el suelo, hasta que la tibia trasera quede paralela a éste. Impúlsate luego con la pierna trasera hacia arriba, moviéndola hasta que ambas vuelvan a quedar paralelas. Repite el movimiento cambiando de piernas.

6) Flexiones en el tronco. Coloca ambas manos en el tronco, de modo que queden bajo el hombro, y mantén la cabeza prolongada en relación a la columna vertebral: tu cuerpo estará estirado y las piernas tocarán el suelo. Flexiona tus brazos y baja todo tu cuerpo estirado, hasta que el pecho toque casi el tronco. Estira de nuevo los brazos. Este ejercicio reforzará sobre todo tu musculatura pectoral y tus hombros.

7) Step. Ponte mirando de frente a un banco o un tronco de altura similar y coloca las manos en la cintura. Súbete a tu obstáculo primero con una pierna, manteniendo la otra estirada tocando el suelo, y altérnalas. También puedes realizar varias repeticiones en una misma pierna antes de pasar a la otra.

Es bueno saber

 El circuito de entrenamiento es adecuado tanto para interior como exterior. Incrementa la fuerza, resistencia, rapidez, movilidad y coordinación. Además, estimula la quema de grasas y tiene un efecto duradero, gracias al cual la quema de grasas mantiene un nivel elevado durante mucho tiempo después de entrenar.

Por ahora, basta de palabreo:
¡sal ya al aire libre!